viernes, 2 de enero de 2015

Mitología laicista: a propósito del proyecto de la APDH



Jura de la independencia


Por Prof. Andrea Greco de Álvarez

A propósito del Proyecto de Ordenanza presentado por la APDH de San Rafael para que se eliminen las imágenes religiosas de los espacios públicos



El mito de la laicidad del estado



Repetidamente la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de San Rafael aparece y reaparece con el tema del laicismo. Nos llama la atención que no se ocupe de los derechos humanos de los niños desnutridos, de las personas con necesidades básicas insatisfechas, de los niños víctimas del aborto, de las mujeres esclavizadas por la prostitución y la trata de blanca, etc. etc.

Sin embargo vuelven una y otra vez con este tema… Es para sospechar…

Siempre parten de lo que consideran la exégesis forzada del art. 2 de la Constitución Nacional. Deberían ponerse seriamente a estudiar.  El esclarecimiento de este punto es de gran importancia. 

Sabido es el insistente esfuerzo que vienen realizando los escritores laicistas contemporáneos con vistas a demostrar que la idea de que la Argentina es una nación católica, es solamente un “mito”. Según estos la “fábula de la Argentina Católica” se habría forjado a partir de la década de 1930, por una jerarquía eclesiástica y una elite laica “integristas”, apoyados en los mandos de la Fuerzas Armadas[1]. Autores tan celebrados como Fortunato Mallimacci, Loris Zanatta, Roberto Di Stéfano, Claudia Touris, José A. Zanca, Luis Alberto Romero, Susana Bianchi, Fernando Devoto, Marcela Croce, Lila Caimari, Jorge Soneira, Elena Scirica, Mariela Ceva, Karina Felitti, María C. Pía Martín y otros similares, desde sus cátedras universitarias o sus puestos en el Conicet, han producido un muy abundante material, siempre encaminado a acreditar la impostura que quisieron imponer los católicos integristas, en épocas afortunadamente superadas, y que, por suerte, ellos han demolido. Si a tales labores se añaden las directivas brindadas desde Santa Bárbara, California, por el indiscutible maestro del estructuralismo, Tulio Halperin Donghi, y el refuerzo científico dado por el periodista Horacio Verbitsky, se percibirá por qué la tesis desmitologizadora se ha impuesto de modo tan avasallador[2]. En verdad, sobreabundan los libros y artículos monográficos de dichos estudiosos. 

            A estos trabajos de estos “intelectuales” laicistas les faltan los antecedentes históricos probatorios de lo que afirman.

            Parece que se han olvidado de los siguientes documentos históricos que muestran lo contrario: o sea la Argentina es una nación católica y esto no es un mito.