Por
Nahir
“No podríais, aunque quieras, soldado,
ser sordo y ciego ante la apremiante angustia de la Patria”.
José
Antonio Primo de Rivera.
Ya
han pasado 204 años de la gloriosa proclama que emitiera la Junta de Buenos
Aires aquel 29 de mayo de 1810, dirigida a los cuerpos militares, autores
intelectuales y prácticos de aquella Revolución que dio al país una autoridad
firme, ante el caos político y la acefalía imperantes en la Madre Patria.